jueves, 6 de mayo de 2010

GNOSEOLOGÍA

En definitiva, el corazón grita: “Quiero que me sea explicado todo o nada” y nuestra razón es impotente ante ese grito. No hay Dios. No hay Razón en el mundo. Como dijera Nietzsche, Dios ha muerto y con él han muerto todas nuestras seguridades, todas nuestras certezas. Buscamos en la realidad signos que nos orienten, pero sólo oímos, dice Camus, el silencio del mundo. El absurdo no implica renunciar a la razón, implica descubrir sus fronteras. Lo absurdo nace, en definitiva, de la confrontación entre el llamamiento humano y el silencio irrazonable del mundo.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Un jueves a esa hora sólo hay una solución: cerveza. Y Camus y tito Federico llevan mucho tiempo bajo tierra.

Isi Green dijo...

Stirner, cómo me gusta verte inspirado :)